Blog

Léxico

Este léxico da definiciones correspondientes al caso y contexto de esta página web. Por lo tanto, será diferente de una definición de diccionario, pero este

Leer más »

Osteopatía en las empresas

¿Sabía que la productividad de una empresa depende en gran medida del bienestar de sus Según un estudio realizado por Harvard y el MIT en

Leer más »

Osteopatía a domicilio

Las consultas de osteopatía se pueden realizar en diferentes lugares : muchas veces se realizan en una consulta, en asociaciones deportivas, en oficinas, en residencias

Leer más »

Preguntas Frecuentes (FAQ)

Creé esta web para informar, a quienes lo deseen, sobre lo que es la osteopatía, y las razones por las que es beneficioso acudir al osteópata. También quiero dar mi visión de la osteopatía, mi profesión, así como mi forma de abordarla y practicarla.

Mi prioridad es explicar todo esto con palabras sencillas y accesibles. Intento informar de la forma más clara y transparente posible, manteniendo las palabras adecuadas siempre que se pueda. Esta página web no pretende ser “perfecta”, las explicaciones estarán en perpetua evolución, porque siempre será posible mejorarlas. Entonces, si ustedes, lectores, tienen alguna pregunta o sugerencia constructiva, no duden en compartirla.

Mi objetivo es también mandar un mensaje a los diferentes profesionales que trabajan en salud y bienestar: podemos trabajar juntos en beneficio del paciente, tal vez incluso podamos aprender los unos de los otros. Nuestras profesiones pueden ser complementarias, con el objetivo de contribuir al bienestar del paciente. Por lo tanto, estaría encantada de conocer a estos profesionales, ya trabajen en Madrid, o mucho más lejos, para comentar nuestros diferentes enfoques. Estos profesionales pueden trabajar:

  • En la salud: médicos generales y de diferentes especialidades, cirujanos dentistas, ortodoncistas, matronas, fisioterapeutas, podólogos, dietistas, psicoterapeutas…
  • En terapia no convencional: acupunturista, hipnoterapeuta, reflexólogo podal, naturópata, fitoterapeuta, sofrólogo, kinesiólogo, quiropráctico…
  • En cualquier otra práctica destinada al bienestar: profesor de yoga, pilates, entrenadores personales, masajistas…

Quiero transmitir que es normal que un terapeuta encuentre disfunciones osteopáticas en su cuerpo. Lo contrario es incluso muy poco probable.

Además, una disfunción osteopática en sí misma NO es un problema médico. Concretamente, desde un punto de vista estrictamente médico, una disfunción osteopática es mucho «menos grave» que un problema médico, y eso, incluso si un paciente a veces puede estar más molestado por una disfunción osteopática que por una patología o lesión médica.

Tener disfunciones osteopáticas en el cuerpo, o restricciones de movilidad en ciertas estructuras (articulaciones, músculos, vísceras u otras), no significa necesariamente que se vaya a enfermar, ni que se trate de un daño orgánico o un problema médico. Esto tampoco significa que vayas a desarrollar necesariamente una patología, ni tengas un problema médico a causa de las disfunciones osteopáticas que tienes. Simplemente significa que su osteópata podrá poner en práctica todo lo que ha aprendido, y puede hacer, para ayudarle a eliminar o mejorar sus síntomas y, por lo tanto, su estado de salud.

Si está buscando un osteópata competente, primero debe informarse sobre su formación. No dude en preguntarle qué formación realizó, en qué escuela obtuvo el título, detalles de su diploma o sus equivalencias.

Un indicador dado por muchos osteópatas es el título osteópata «D.O.» (Diplomado en Osteopatía) o «T.O.» (Título en Osteopatía). La redundancia puede incluso parecer divertida porque es obvio que un osteópata tenga un diploma o un título. Sí, pero el hecho es que muchos (y me incluyo en este grupo) usan estas letras para decir que su diploma se ha recibido después de una formación, en al menos 5 años, a tiempo completo. Entonces, en teoría, o en la mayoría de los casos, cuando un osteópata dice que es «D.O.» o “T.O.”, es que la escuela que la habrá graduado, le habrá permitido seguir una formación de una escuela aprobada por el Estado (del país correspondiente), en al menos 5 años a tiempo completo.

La realidad es un poco más compleja, si quieres profundizar en el asunto, hay que buscar detalles sobre su formación. Por ejemplo, pregúntale cuántos años (en tiempo completo) se formó, el nombre de la escuela (para ver si es una escuela certificada en un estado donde se regula la formación osteopática..). Es un trabajo adicional de investigación, ¡pero es mejor elegir un osteópata competente! Los lectores que quieran cuidar su salud seguro estarán de acuerdo.

En este sentido, encontrar un osteópata (que sea D.O. o no) que se haya graduado en una escuela certificada en un país en el que la formación osteopática está regulada, ¡es positivo! Porque esto da fe al menos de la calidad de la formación recibida, del número de horas de formación, y es una garantía de confianza. Una formación que le habrá permitido practicar la osteopatía realizando las técnicas tras un diagnóstico osteopático completo, y siguiendo los conceptos de esta terapia. Pero también, adquirir conocimientos profundos en anatomía, biomecánica y patologías (estudios de fisiopatología, semiología, radiología…), y muchos otros. Todo ello para ofrecerle, con total seguridad, una atención adaptada a su estado de salud.

En España, un indicador de la calidad de la formación de un osteópata puede ser su pertenencia a la lista de osteópatas del ROE, el Registro de Osteópatas en España. Esta organización cataloga a osteópatas que han tenido la formación adecuada, y que ejercen en España.

El Registro de Osteópatas de España (ROE), es una asociación sin ánimo de lucro que tiene como objetivo agrupar a todos los profesionales osteópatas de España que, por su nivel académico, cumplan los criterios especificados por la Organización Mundial de la Salud (por la norma europea UNE -EN 16686:2015 sobre la “Prestación de asistencia sanitaria en osteopatía”), y por la Federación Europea y Foro de Osteopatía (EFO), a la que está adscrita la ROE en su representación española ante dicha Federación. La EFO está formada por las asociaciones nacionales de osteópatas de todos los países de la Unión Europea y es la única organización internacional de osteópatas que tiene representación en las instituciones europeas para la normalización académica y profesional de la osteopatía en Europa.

Es muy importante tener información y garantías respecto a la formación de su osteópata, sobre todo porque en España no hay normas en cuanto a la formación de los osteópatas. Esto puede llevar a algunas escuelas a emitir un diploma después de muy pocas horas de formación, y muy poca experiencia. Esto puede tener un impacto directo en la calidad de la atención y el tratamiento. Estos osteópatas «mal formados» pueden, por ejemplo, llevar a cabo una práctica peligrosa sin saberlo.

Si está buscando un osteópata competente para su bebé, primero sepa que requiere una atención adecuada, porque un bebé no es un «adulto en miniatura». Por lo que, además de buscar un osteópata que se haya graduado en una escuela certificada, sería ideal que haya seguido una formación específica en osteopatía pediátrica después de graduarse. Esto le garantizará su competencia para el cuidado de los bebés.

Sí, tanto para adultos como para niños, es recomendable acudir al osteópata al menos una o dos veces al año, aunque no sienta dolor ni síntomas. Esto permite, por ejemplo, atender restricciones de movilidad (disfunciones osteopáticas), o “tensiones” que no sentimos, antes de que empeoren, y generen dolores.

Debe saber que determinados acontecimientos de nuestro historial personal, los percibamos o no, nos parezcan importantes o no, pueden tener un impacto en nuestro organismo. Estos acontecimientos pueden ser:

  • Perturbaciones físicas: golpes, accidentes, lesiones, operaciones quirúrgicas, movimientos repetidos, transporte de cargas (mochila escolar, maletas, durante una mudanza, etc), o incluso una postura mantenida en el trabajo o en la escuela durante horas. Para un bebé en particular, esto se traduce en adaptaciones durante el embarazo o limitaciones experimentadas durante el parto.

  • Alteraciones emocionales: estrés personal o profesional, ansiedad, duelo, separación, acoso, agresión, o incluso seguir un ritmo de vida a menudo frenético.

Todo ello facilita la aparición de “tensiones”, posturas perjudiciales para el cuerpo, faltas de movilidad en determinadas zonas del cuerpo, y por tanto dolor u otros síntomas. Este historial personal, estos hechos, incluso vividos hace años, todavía pueden tener un impacto hoy, especialmente si no han sido tratados en osteopatía.

En estos casos, el objetivo del osteópata es ser preventivo, para ayudar al organismo a:

  • No crear síntomas, dolor o de otro tipo, a causa de estas perturbaciones pasadas,

  • Reaccionar mejor ante posibles perturbaciones futuras, 

  • Con los niños, para evitar que estas “tensiones”, o faltas de movilidad, impidan un correcto desarrollo de su cuerpo, un buen crecimiento. Esto permite, por ejemplo, prevenir ciertos trastornos del crecimiento (escoliosis, etc.) o limitar su impacto. Asegurar el correcto desarrollo esquelético de su hijo no es solo enviarle problemas en su juventud, sino también para toda su vida.

Por ello, es fundamental hacer una pausa de salud y cuidar su cuerpo, para evitar la aparición de dolores, “bloqueos”, otros síntomas. Consultar al osteópata, en prevención, permite continuar con este buen estado de salud. Se restaurará la movilidad de los diferentes elementos de tu cuerpo (articulaciones, músculos, vísceras, etc.). Se estimulará las capacidades de autorregulación del organismo para mantener su equilibrio general.

Tenga en cuenta que la osteopatía será una de sus mejores aliadas para su buena salud, que los síntomas muchas veces se resuelven mejor si se atienden lo antes posible, y en ocasiones por sí solos incluso cuando están bien previstos. La osteopatía muestra cierta eficacia frente a muchos problemas de salud, pero es sobre todo una terapia preventiva que permite un desarrollo saludable de nuestro organismo.

Después de la parte de preguntas al inicio de la consulta, el osteópata le pedirá que se ponga en ropa interior, ya que necesitará especialmente ver su postura. Durante el diagnóstico y el tratamiento osteopático se recomienda el uso de ropa interior. Si esto es un problema, por una u otra razón, puede usar, por ejemplo, pantalones cortos y una camiseta (o una camiseta sin mangas), delgados y flexibles, como ropa deportiva (yoga, por ejemplo).

Los tratamientos osteopáticos implican tratar el cuerpo de la cabeza a los pies. Esto a veces implica mover las articulaciones del paciente a través de diferentes rangos de movimiento. Esto es más fácil de hacer y, por lo tanto, más efectivo con ropa suelta o ropa interior.

Además, es una terapia manual, por lo que el osteópata necesitará tocar la piel del paciente, y buscar la falta de movilidad en su cuerpo. Si se añaden una o más capas de ropa entre la piel del paciente y la mano del osteópata, esto no facilita su trabajo. Y cuanto más difícil sea llevar a cabo su trabajo, más largo será y, sobre todo, menos eficaz.

Al contrario, el osteópata está ahí para aliviar su dolor lo más rápido posible.

No obstante, si se trata de una urgencia médica (por ejemplo, una posible fractura, tras un golpe en la cabeza, un accidente de tráfico, etc.), o si hay alguna duda sobre la lesión y su gravedad, obviamente, no dude en consultar, ponerse en contacto con un médico primero, o ir directamente a emergencias. Luego, dependiendo del diagnóstico y de la fecha del evento (a veces tardará unos días o semanas), el osteópata intervendrá lo antes posible.

En caso de duda, puede ponerse en contacto conmigo, para decirle si puedo ayudarle o no.

En caso de visita a un podólogo, para plantillas ortopédicas: se recomienda encarecidamente acudir a la consulta del osteópata 2 o 3 semanas ANTES de la consulta durante la cual el podólogo realiza los exámenes y medidas, para hacer estas plantillas.

De lo contrario, el podólogo corre el riesgo de tomar medidas en un cuerpo que tiene tensiones, «desequilibros«, no debidas a los problemas en los pies. Como resultado, las plantillas que le dará correrán el riesgo de hacer que su cuerpo retenga estos desequilibrios o tensiones. En este caso, a fuerza llevar estás plantillas, aunque vaya al osteópata posteriormente, su cuerpo corre el riesgo de conservar estas “malas posturas”, y estas tensiones (restricciones de movilidad, llamadas disfunciones osteopáticas).

Aunque la palabra osteopatía proviene del griego osteon que significa «hueso» y pathein «sufrir», esto no significa que el osteópata solo se ocupará de sus huesos, ni «recuperará» sus huesos. El osteópata se interesa en todos los tejidos orgánicos, no solo en los huesos. Por lo tanto, también se centrará en otros componentes de una articulación (ligamentos, por ejemplo), órganos, fascias, vasos sanguíneos, linfáticos, sistema nervioso… La osteopatía es una terapia para todo el cuerpo, no solo para un tipo de estructura en el cuerpo.

Por mi parte, en mi práctica, no necesariamente utilizo estas técnicas, por lo que no siempre las haré. Sobre todo me adapto al paciente, a sus necesidades, al diagnóstico osteopático, y elijo las técnicas que mejor se adapten a él. De todos modos, no utilizo estas técnicas para ciertos pacientes: generalmente mayores, bebés, pacientes con osteoporosis.

En osteopatía disponemos de un amplio abanico de diferentes tipos de técnicas, algunas muy suaves, otras más dinámicas, en el rango de movimiento o en la velocidad. El objetivo del osteópata es adaptarse según las necesidades, y respetar la comodidad del paciente. Por mi parte, utilizo todo tipo de técnicas, adaptándome ante todo al paciente.

Las manipulaciones osteopáticas, estas técnicas que provocan un posible ruido de “crujido”, las técnicas que “hacen crujir”, no son sistemáticas. Consisten en un ajuste específico de una articulación y nunca superan los límites impuestos por la anatomía, la fisiología, de los tejidos. Esta es una técnica rápida, de baja amplitud, en una articulación con disfunción osteopática, y puede ir acompañada de un crujido que, sin embargo, no es necesariamente un indicador de éxito. Este ruido articular, llamado fenómeno de cavitación, se debe a una o varias burbujas de aire que se forman en la articulación, por lo que no es un hueso que “cruje”. Este crujido es fisiológico y no peligroso para la articulación, si lo realiza un profesional debidamente capacitado y no se repite en exceso. Además, contrariamente a la creencia popular, el agrietamiento articular no “reemplaza” la articulación, sino que le permite recuperar la movilidad.

Sin embargo, debe saber que algunos osteópatas utilizan estas técnicas, que te hacen un «crac», llamadas «thrust», ¡en cada consulta y para cada paciente!

www.osteopatamadrid-juneau.com  –  «Cuidando de tu salud y bienestar»

Sitio web diseñado por www.elenaserrano.es

Ilustraciones realizadas por Gonzalo Edo

error: Content is protected !!