En primer lugar, el osteópata le hará varias preguntas sobre su síntoma o motivo de consulta, pero también acerca de su cuerpo en general, historial médico, patologías, estilo de vida, su crecimiento, la práctica de algún deporte, etc. Es recomendable traer reconocimientos médicos (la imagen de radiología, resonancia magnética u otros, así como el informe), especialmente los relacionados con el motivo de consulta, esto ayudará al osteópata en su diagnóstico. Todo lo relacionado con la salud del paciente puede ser útil. Seguramente le hará preguntas que pueden parecer ajenas a su síntoma, pero esta información será necesaria para la consulta. Evidentemente, toda la información facilitada estará sujeta al secreto profesional, por lo que el osteópata no revelará ninguna información tras la consulta. Además, cada acto del osteópata está, por supuesto, sujeto al consentimiento del paciente, en cualquier momento, puede detener la consulta, o decir que no quiere una prueba en particular, técnica u otro.