Durante el crecimiento
El período desde la infancia hasta el final del crecimiento, alrededor de los 20 años, hace que el organismo se transforme completa y rápidamente. El niño crece, su cuerpo cambia, desde sus primeros pasos, primeras palabras, el inicio de la escuela, la vida en comunidad hasta la adolescencia. Son muchos períodos de transición importantes con los consiguientes cambios físicos, hormonales y psicológicos, etapas esenciales para su desarrollo y, en ocasiones, difíciles para el niño.
Los niños, curiosos por naturaleza, tienen una necesidad implacable de descubrir, explorar, aprender y experimentar las múltiples posibilidades que ofrece el mundo que les rodea. Muy a menudo, lamentablemente lo hacen sin tener en cuenta su propia seguridad, salud y bienestar, y tienden a exponerse a traumas repetidos más o menos dañinos.
Estos pueden tener consecuencias sobre la movilidad de las estructuras del cuerpo, sus tensiones, modificar su posición, su equilibrio, y luego perturbar el crecimiento del niño. Por tanto, debemos actuar lo más rápido posible pero también en prevención para no tener repercusiones a largo plazo, y permitir que el niño tenga un buen desarrollo hasta la edad adulta.