Las mujeres embarazadas

¿Qué sucede en el cuerpo durante el embarazo?

Durante el embarazo, el cuerpo de una mujer embarazada debe adaptarse a diversos cambios físicos: anatómicos y fisiológicos. Esos cambios requieren entonces una adaptación permanente de todo el organismo, al aumento de peso por ejemplo. Para apoyar el crecimiento del feto, la adaptación debe ser tanto hormonal como mecánica y visceral. Por ejemplo, el equilibrio corporal y la postura cambian. Concretamente, a nivel del vientre, el crecimiento del feto, y por lo tanto la expansión del útero, empuja los órganos hacia atrás y los presiona. Esto limita el movimiento del diafragma y extiende ligeramente las costillas. Además, la zona lumbar se arquea a medida que la masa abdominal aumentaba hacia delante. El cuerpo también se vuelve más flexible, gracias a las hormonas secretadas durante el embarazo, para adaptarse más fácilmente a todos estos cambios, y en previsión del crecimiento del bebé en el útero y el parto.

Estos cambios varían de una mujer a otra, incluso de un embarazo a otro, y pueden causar molestias que a veces se vuelven desagradables durante el embarazo.

¿Cómo puede ayudar la osteopatía?

La osteopatía es un enfoque interesante para las mujeres embarazadas, ya sea para mejorar su bienestar durante el embarazo, como preparación del parto o incluso como seguimiento después del parto. El cuerpo de una mujer embarazada es más flexible de lo habitual gracias a las hormonas secretadas durante el embarazo, por lo que puede adaptarse mejor a las tensiones que sufrirá. Pero a veces necesita un poco de ayuda.

Un tratamiento osteopático puede ser útil para acompañar el embarazo, paliar sus inconvenientes y abordarlo de la forma más tranquila y cómoda posible.

Pero también, para mantener o mejorar la movilidad del cuerpo, especialmente la pelvis, durante el parto. Esto requiere una movilización total de la fuerza, la energía de la futura madre, por lo que el objetivo es darle al cuerpo las mejores posibilidades de éxito, y que pueda realizar este esfuerzo en las mejores condiciones posibles.

En su trabajo, el osteópata identifica áreas, estructuras del cuerpo, que carecen de movilidad y causan síntomas o malestar, o pueden perturbar la movilidad de la pelvis durante el parto. Utiliza técnicas suaves, indoloras y adaptadas que no son peligrosas para la madre ni para el niño. El objetivo es devolver la movilidad a estas estructuras y así permitir que el cuerpo se adapte a los diversos cambios que experimentará una mujer embarazada. Al tratar la pelvis, la zona lumbar y el suelo pélvico, el terapeuta facilita el desarrollo del parto en paralelo con la preparación convencional.

En los días o semanas posteriores al parto, también es posible, y en ocasiones muy recomendable, consultar a un osteópata. Esto ayudará al cuerpo a recuperarse de las perturbaciones que sufrió durante el embarazo y el parto.

La consulta a un osteópata se puede realizar en cualquier momento durante el embarazo, pero en ningún caso no se exime del seguimiento obstétrico convencional.

¿En qué casos debería consultar al osteópata?

En los casos que se enumeran a continuación, la osteopatía puede ser de gran ayuda. En ocasiones, el osteópata podrá hacerse cargo y aliviar por completo el síntoma. En otros, mejorará la comodidad de la vida en paralelo con la atención multidisciplinar. Evidentemente, la osteopatía no pretende resolver todos los trastornos ni tratar todas las patologías y, en algunos casos, es necesario ante todo el tratamiento médico.

Si tiene reconocimientos médicos, imágenes médicas (resonancia magnética o MRI, radiografía, u otro), es recomendable traerlos, tanto la imagen como el informe, en particular los relacionados con tus motivos de consulta, para la consulta con el osteópata.

Se trata de una lista no exhaustiva de motivos por los que se recomienda consultar a un osteópata. Es posible venir por uno o más de estos motivos, y en caso de duda puede contactarme:

– Como medida preventiva, es decir, si no siente ningún síntoma o dolor:

  • Al final del 3er mes de embarazo, cuando no hay síntomas. No es necesario acudir al osteópata durante el 1er trimestre de embarazo.
  • En el sexto mes de embarazo
  • 2 o 3 semanas antes de la fecha prevista del parto, además de la preparación clásica. El parto provoca tensiones mecánicas extremas, en particular en la región del pelvis. Durante el parto, la mecánica corporal se ve afectada, por lo tanto, es ideal que el cuerpo sea “libre” de tensiones, o restricciones de movilidad. Los cambios hormonales permiten la flexibilidad de las articulaciones de la madre y ayudan a la pelvis a soportar estas tensiones. Pero es ideal optimizar el paso del bebé, trabajando para aportar una óptima movilidad a las áreas que estarán muy solicitadas durante el parto.

– Encontramos los mismos motivos de consulta que en el capítulo «adultos» pero particularmente, para aliviar o contribuir al alivio de uno o varios de estos síntomas o diagnósticos:

  • Dolor de espalda y cuello, tortícolis, cervicalgia, dorsalgia, lumbalgia, neuralgia intercostal, neuralgia cervicobraquial, hernia discal

  • Dolor en la pelvis (cadera, ingle, sacro, coxis), coxalgia, coccigodinia, pubalgia, dolor sacroilíaco, tendinopatía, tendinitis (del glúteo medio u otro)

  • Dolor en los miembros inferiores (rodilla, piernas, pies, tobillo), ciática, cruralgia, piernas cansadas, congestionadas, retención de líquidos, edemas, retorno venoso deficiente, várices, venas varicosas

  • Síntomas en el vientre:

    • Náuseas del embarazo, vómitos matutinos, relacionados con el embarazo
    • Problemas de tránsito, trastornos digestivos, dificultades para digerir, estreñimientos, dispepsia funcional
    • Reflujos ácidos, enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), acidez gástrica, hernias de hiato
    • Aerofagia
    • Síndrome del intestino irritable, enfermedad de Crohn
    •  Infecciones repetidas del tracto urinario, trastornos urinarios, si los exámenes se han realizado y no hay nada, deterioro funcional.

  • Síntomas en el tórax: dificultades respiratorias (funcionales, por lo tanto especialmente relacionada con el crecimiento del feto y el aumento de la masa abdominal), dificultad para respirar profundamente, respiración entrecortada

  • Dolor en los miembros superiores (hombro, brazo, codo, muñeca, mano),neuralgia cervicobraquial, tendinopatía, tendinitis, síndrome del túnel carpiano, retención de agua y edema, en las manos por ejemplo

  • Síntomas en la cabeza, dolores de cabeza recurrentes, cefaleas, migrañas

  • En caso de problemas generales de salud, como estrés, ansiedad, trastornos del sueño

  • Tras un trauma psicológico, o shock emocional, durante el embarazo, incluso sin que lo sienta como un trauma, puede ser estrés o ansiedad por una situación personal, o profesional, difícil. El estrés tiene mucho impacto en el cuerpo, y en el bebé durante el embarazo, puede causar tensiones físicas en nuestro cuerpo, esto se llama “somatizar”.

– Después del parto, se recomienda que la madre acuda a consultar al osteópata lo antes posible en los siguientes casos:​

  • Parto con epidural,
  • Episiotomía, desgarro perineal, vaginal, o cesárea. Tan pronto como la cicatrización lo permita, el osteópata trabajará suavemente sobre la cicatriz si es accesible, para que no se adhiera, o lo menos posible. El trabajo en las cicatrices es muy importante, puede prevenir que, meses o años después, aparezcan dolores, en la pelvis, e incluso en la espalda, u otros trastornos.
  • Como medida preventiva, es decir, aunque la madre se sienta bien, que no presente dolor ni ninguno de estos síntomas, es decir que no se encuentre en ninguno de los casos enumerados, idealmente 1 mes después del parto. El osteópata se esforzará en comprobar que el organismo se haya recuperado bien tras el embarazo y el parto, y lo ayudará si es necesario, todo ello permitirá también optimizar la rehabilitación del perineo.
  • Dolor de espalda o de cuello, tortícolis, cervicalgia, dorsalgia, lumbalgia, lumbago, neuralgia intercostal, neuralgia cervicobraquial, rigidez de las articulaciones, falta de flexibilidad…
  • Dolor en la pelvis (cadera, ingle, sacro, coxis), coxalgia, coccigodinia, dificultad para mantener a posición sentada debido a dolor en el coxis, pubalgia…
  • Depresión posparto, depresión perinatal, después del parto, es posible que, para la madre, no sea fácil establecer el vínculo con su bebé o que sufra emocionalmente desde la llegada del bebé, en este caso se recomienda encarecidamente la consulta osteopática en las semanas siguientes al nacimiento

www.osteopatamadrid-juneau.com  –  «Cuidando de tu salud y bienestar»


Ilustraciones realizadas por Gonzalo Edo

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