¿Cuándo o en qué casos acudir a consultar al osteópata?

El osteópata puede tener una acción preventivacurativa o paliativa. Es recomendable consultar como medida preventiva, al menos una o dos veces al año, incluso si el paciente no presenta dolor ni síntomas. El objetivo de este tipo de consulta de “chequeo” es permitir que el cuerpo se adapte lo mejor posible a las perturbaciones que aparecerán posteriormente para evitar en la medida de lo posible la formación de tensiones, la aparición de dolores. 

El osteópata también puede tener una función curativa, buscará y tratará la causa del síntoma para aliviarlo. Se encargará de muchos síntomas que afectan a diferentes partes del cuerpo, como la espalda, el cuello, la cabeza, los brazos, las piernas, el estómago, etc. 

Finalmente, el osteópata también puede intervenir de forma paliativa, aliviará los síntomas provocados por una enfermedad o una lesión, para mejorar la comodidad de vida del paciente. En este último caso, el osteópata no podrá actuar sobre la causa, sobre la lesión o patología en cuestión, porque no puede «reparar» el tejido dañado. En determinados casos de patologías o lesiones, el tratamiento osteopático puede ser complementario, o se intervendrá tras el tratamiento médico, en segunda instancia. 

En algunos casos, el osteópata pedirá el diagnóstico médico o remitirá al paciente a un profesional de la salud, paramédico o de terapia complementaria. Por tanto, el tratamiento osteopático no es un tratamiento médico.

 

Como se mencionó anteriormente, la osteopatía ayuda a muchos pacientes, pero no pretende poder curar todo o ser una «solución milagrosa» para todas las dolencias y en todos los casos. No ofrece cura para el cáncer, ni enfermedades degenerativas (cáncer, Esclerosis Múltiple, Parkinson, Alzheimer, etc), ni enfermedades genéticas (fibrosis quística, miopatías, etc), ni enfermedades infecciosas o cualquier otro daño orgánico, lesión (fracturas, etc). La osteopatía tiene sus límites y los osteópatas son conscientes de ello, no realizarán un tratamiento que no sea de su competencia, pues las manipulaciones no sustituyen, por ejemplo, a los antibióticos cuando son necesarios, ni a la cirugía cuando es indispensable. Sin embargo, aunque la osteopatía no puede funcionar en las patologías o lesiones anteriores, el terapeuta puede trabajar en las consecuencias que conllevan, especialmente el dolor. El osteópata buscará relajar las zonas que, restringidas en su movilidad, generen dolor u otros síntomas. 

Además, en algunos casos la acción combinada de diferentes profesionales (médico, fisioterapeuta, cirujano dentista, podólogo, psicoterapeuta, etc) incluido el osteópata, puede potenciar la recuperación, el alivio de los síntomas del paciente, mejorar su estado general, sus condiciones de vida o limitar el empeoramiento de los síntomas. Por tanto, la osteopatía es complementaria a otros enfoques. Por este motivo, para mí, como muchos osteópatas, es fundamental tener un enfoque multidisciplinar, con el fin de satisfacer mejor las necesidades del paciente.

Si tiene reconocimientos médicos, imágenes médicas (resonancia magnética o MRI, radiografía, u otro), es recomendable traerlos, tanto la imagen como el informe, en particular los relacionados con tus motivos de consulta.

Lista no exhaustiva de motivos de consulta:

En los casos que se enumeran a continuación, la osteopatía puede ser de gran ayuda. Se trata de una lista no exhaustiva de motivos por los que se recomienda consultar a un osteópata. Puede consultar por uno o más de estos motivos, y en caso de dudas puede contactarme

– Como medida preventiva, es decir, si no siente ningún síntoma o dolor:

  • Para una consulta de control, un «chequeo», al menos una o dos veces al año. Con el fin de prevenir la aparición de tensiones y compensaciones que pueden causar síntomas, también de prevenir desequilibrios o falta de movilidad que pueden eventualmente causar dolores crónicos. 
  • Para los deportistas :
    • Para un deportista ocasional, un seguimiento mínimo de entre 2 o 3 veces al año ya es un buen comienzo 
    • Para un deportista de élite, se recomienda un seguimiento más regular
  • En caso de consulta a un podólogo por plantillas ortopédicas: se recomienda consultar al osteópata 2 o 3 semanas ANTES de la consulta durante la cual el podólogo realiza los exámenes, medidas, huellas. De lo contrario, esas medidas podrían ser tomadas en un cuerpo que tiene “desequilibrios”, tensiones. Como resultado, las plantillas que se le entreguen pueden hacer que su cuerpo retenga estos desequilibrios o tensiones. 

– Puede acudir a consultar al osteópata cuando aparezca alguno de estos síntomas o cuando le den uno de estos diagnósticos:

  • Dolor de espalda y cuello, tortícolis, cervicalgia, dorsalgia, lumbalgia, hernia discal, lumbago, escoliosis, enfermedad o cifosis de Scheuermann, neuralgia intercostal, neuralgia cervicobraquial, artrosis, reumatismos, rigidez articular, falta de flexibilidad…
  • Dolor en los miembros inferiores (rodilla, piernas, pies, tobillo), ciática, cruralgia, periostitis, tendinitis, síndrome de la cintilla o bandeleta iliotibial, síndrome del limpiaparabrisas, síndrome fémoro-patelar, tendinopatía rotuliana, síndrome compartimental, fascitis plantar, enfermedad de Sever, de Osgood Schlatter, síndrome de Morton o neuroma de Morton, síndrome de Sinding-Larsen-Johansson, tendinitis de la pata de ganso, síndrome de dolor patelofemoral, piernas cansadas, retorno venoso deficiente, retención de líquidos, congestión venosa, edema artrosis, reumatismo, rigidez de las articulaciones, falta de flexibilidad, calambres recurrentes…
  • Dolor en los miembros superiores (hombro, brazo, codo, muñeca, mano), reumatismo, artrosis, retención de líquidos, edemas en las manos por ejemplo, rigidez de las articulaciones, falta de flexibilidad, calambres recurrentes, neuralgia cervicobraquial, tendinopatía, tendinitis, epicondilitis, codo de tenista, codo de golf, síndrome compartimental, bursitis, capsulitis, síndrome del hombro congelado, síndrome del túnel carpiano, síndrome del Canal de Guyon…
  • Dolor en la pelvis (cadera, ingle, sacro, cóccix), coxalgia, coccigodinia, pubalgia, artrosis, coxartrosis, dolor sacroilíaco, tendinopatía, tendinitis (del glúteo medio u otro)…
  • Síntomas en la cabeza:
    • Dolores de cabeza recurrentes, cefaleas, migrañas
    • Dolor, crujido o bloqueo de la mandíbula, bruxismo.
    • Zumbido de oídos, tinnitus, acúfenos
    • Infecciones ORL (otorrino laríngeas) de los oídos, la nariz o la garganta, recurrentes o crónicas. Debes venir y consultar al osteópata fuera de los periodos de crisis, de infección y tras un tratamiento médico
    • Problemas de equilibrio, vértigos
    • Neuralgia de Arnold, neuralgia facial, neuralgia del trigémino (del nervio trigémino) 
  • Síntomas en el tórax:
    • Dificultades para respirar profundamente, síndrome pulmonar restrictivo (mecánico), bronquitis recurrente, asma, en caso de dificultad para respirar durante el esfuerzo, «puntadas laterales» recurrentes. Sobre todo cuando no existen factores de riesgo (incluido el tabaquismo) ni problemas médicos.
    • Dolor intercostal, neuralgia intercostal
  • Síntomas en el vientre:
    • Problemas de tránsito, trastornos digestivos, dificultades para digerir, estreñimientos, dispepsia funcional
    • Reflujos ácidos, enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), acidez gástrica, ardor de estómago, duodenitis, úlceras, gastritis, hernias de hiato
    • Síndrome del intestino irritable, enfermedad de Crohn
    • Dolores menstruales, trastornos menstruales, dismenorrea
    • Infecciones repetidas del tracto urinario, si los exámenes se han realizado y no hay nada, que es deterioro funcional.
    • Esterilidad funcional, o idiopática, es decir, cuando los exámenes médicos son normales
    • Dispareunia mecánica, dolor y disfunción ginecológica, síndromes de dolor del perineo

– Tanto si tiene síntomas como si no, dolor u otros, relacionados con los casos citados, puede consultar  :

  • En paralelo a un tratamiento de ortodoncia, para seguir las adaptaciones que se provocan. De hecho, el aparato dental se sujeta sobre los dientes, la mandíbula y, debido a los vínculos anatómicos, tiene un impacto en las estructuras del cráneo y el cuello. La posición en la que se cierran los dientes y la mandíbula, llamada oclusión dental, influye fuertemente el cráneo y las cervicales, los tejidos del cuello, por lo tanto, en toda la espalda y el tórax. Esto puede alterar la posición del cuerpo en su conjunto. Concretamente, estas limitaciones a veces pueden provocar dolores de cabeza, dolores de espalda, problemas del crecimiento o incluso vértigos, alteraciones visuales, dificultad para concentrarse, u otros. Es necesario un seguimiento osteopático durante el tratamiento de ortodoncia para evitar o paliar estas dolencias, el terapeuta hará todo lo posible para controlar y guiar las reacciones del cráneo y del cuerpo. Hoy en día, se instalan cada vez más aparatos dentales y muchos ortodoncistas trabajan en colaboración con osteópatas para el éxito del tratamiento y la comodidad del niño.
  • Tras una lesión u operación (cesárea, toracotomía, laparotomía, etc), el osteópata interviene cuando la cicatrización lo permite. El objetivo es, en particular, evitar o limitar las adherencias de las cicatrices, por el aspecto estético. Pero también por el aspecto funcional, evitar que la cicatriz tire de los tejidos, provocando molestias y síntomas incluso en otros lugares, más allá de la cicatriz.
  • Tras un trauma psicológico, o shock emocional, como la muerte de un ser querido, separación, acoso, agresión... O incluso sin que lo sienta como un trauma, puede ser estrés o ansiedad por una situación personal, o profesional, difícil. El estrés tiene mucho impacto en el cuerpo, y muy posiblemente puede causar tensiones físicas en nuestro cuerpo, esto se llama “somatizar”.
  • Para deportistas: en el caso de una reanudación de la actividad deportiva, en preparación de un evento, competición deportiva, torneo, concurso, con el fin de mejorar el rendimiento (capacidad respiratoria, recuperación, potencia muscular) y la recuperación, cualquier dolor relacionado con la actividad deportiva.
  • En caso de visita a un podólogo, por plantillas ortopédicas: se recomienda encarecidamente acudir a consultar al osteópata 2 o 3 semanas ANTES de la consulta durante la cual el médico realiza los exámenes, medidas, huellas. De lo contrario, el podólogo puede “tomar medidas” en un cuerpo que tiene “desequilibrios, tensiones, por lo que las plantas que te va a dar pueden hacer que tu cuerpo conserve estos desequilibrios o tensiones.

–  Cuando ha sufrido un trauma físico :

En este caso, ya sea que el trauma físico sea grave o exista la más mínima duda sobre la gravedad, el osteópata interviene en segunda instancia, después de una visita médica, diagnóstico médico. Por supuesto y como siempre, el osteópata actuará respetando la cicatrización y los tejidos de su cuerpo, y adaptará sus técnicas según la lesión. El osteópata puede intervenir en paralelo con el tratamiento en el fisioterapeuta, para mejorar la recuperación. Este trauma puede ser:

  • una caída, un accidente, un choque
  • una lesión, como una fractura, un esguince, dislocación, desgarro muscular, contracturas, etc. 

–  En caso de problemas recurrentes o crónicos del estado general:  

  • cansancio recurrente
  • trastornos, alteraciones del sueño, insomnio
  • estrés, ansiedad, por ejemplo, después de una situación profesional o personal difícil, estado depresivo

- Para las mujeres embarazadas :

  • Como medida preventiva, si no hay síntomas, al final del 3er mes de embarazo y 2 o 3 semanas antes del término,
  • Algunos síntomas habituales por los que las embarazadas consultan a un osteópata:
    • Piernas cansadas, congestionadas, edemas, retención de líquidos, retorno venoso deficiente
    • Ciática, cruralgia
    • Reflujos ácidos, estreñimientos, dificultades para digerir, estreñimiento
    • Dificultades respiratorias (funcionales, por lo tanto, a menudo relacionadas con el crecimiento del feto y el aumento de la masa abdominal)
    • Estrés, ansiedad, trastornos del sueño
  • Después del parto:
    • Si no hay síntomas, como medida preventiva por ejemplo, 1 mes después
    • Depresión post-parto, depresión perinatal
    • Consultar tan pronto como la cicatrización lo permita en caso de: parto epidural, episiotomía, desgarro, cesárea

- Para los bebés :

  • Como medida preventiva, si su bebé no tiene síntomas: al final del 1er mes, a los 6 meses, a los 9 meses, posteriormente, como medida preventiva una o dos veces al año al menos.
  • Si, durante el parto, se usaron instrumentos (fórceps, ventosa, espátulas), el cordón umbilical se ha enrollado alrededor del cuello del bebé, hubo sufrimiento fetal…
  • Si observas en su bebé: una deformación del cráneo, que su cabeza esté muy a menudo girada hacia el mismo lado, tortícolis del lactante o tortícolis muscular congénita, un ojo o ambos ojos lloran solos, conducto lagrimal obstruido, una pierna, un pie mucho más hacia afuera que el otro, o que arrastra más, cuando el bebé comienza a desplazarse, cólicos, dolor de estómago después de comer, regurgitaciones repetidas, estreñimiento, dificultad de succión, su bebé tiene dificultad para alimentarse o necesita mucho tiempo, llantos intensos y frecuentes sin razón aparente que no se detienen, dificultades para dormir, infecciones otorrinolaringológicas (oído, nariz, garganta) repetidas…
  • Si su bebé sufre un choque, una caída, un trauma físico, la consulta con un médico se debe solicitar de manera prioritaria. El pediatra tiene que evaluar la gravedad del trauma y establecer un diagnóstico. La consulta osteopática se realiza tras la visita con el médico y los exámenes complementarios, para afrontar las posibles secuelas o tensiones osteopáticas tras la caída.

 

- Para los niños y adolescentes :

  • Como medida preventiva, es decir, si su hijo no presenta síntomas o dolor. Para una consulta de chequeo, al menos una o dos veces al año, especialmente durante los períodos de crecimiento acelerado o tan pronto como sea posible después de estos. Esto permite, por ejemplo, prevenir determinados problemas del crecimiento infantil, (escoliosis, etc) o limitar sus impactos. Un gran problema actual es en particular el peso de la mochila escolar, que puede inducir desequilibrios y tensiones en el cuerpo de los niños.
  • Trastornos del aprendizaje, el comportamiento o la concentración, los niños pueden describirse como:
    • hiperactivo, inquieto todo el tiempo,
    • estresado, a menudo ansioso,
    • soñador, falto de concentración
  • En el seguimiento de los problemas relacionados con el crecimiento: por ejemplo, escoliosis, enfermedad de Scheuermann, de Sever, de Osgood Schlatter u otras

- Para los mayores :

  • Dolor y rigidez en las articulaciones, por ejemplo, codo, muñeca, hombro, cuello, pelvis, cadera, rodilla…
  • Dificultad para moverse o realizar determinadas actividades/gestos diarias, trastornos del aparato locomotor, dificultades de locomoción
  • Artrosis, reumatismos, enfermedades reumáticas
  • Trastornos, patologías, o dolencias neurológicas
  • Síndrome de la pierna inquieta
  • Apoyo al tratamiento de enfermedades como el asma, determinados cánceres y enfermedades neurodegenerativas (Parkinson, Alzheimer, etc)

www.osteopatamadrid-juneau.com  –  «Cuidando de tu salud y bienestar»


Ilustraciones realizadas porGonzalo Edo

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