Cada osteópata tiene su propia forma de abordar la consulta, trabajar, pero hay algunos puntos en común.
Primero, su osteópata le hará preguntas sobre el embarazo, el parto, su bebé, su comportamiento, sus hábitos, cualquier problema que haya encontrado, a veces también sobre usted y su familia. Luego, el osteópata examinará a su bebé, realizará pruebas para verificar si puede cuidarlo, que sus síntomas estén dentro de su área de competencias.
Luego, identifica áreas que carecen de movilidad, también llamadas disfunciones osteopáticas. Revisará sistemáticamente todo su cuerpo: cráneo, espalda, pelvis, torso, estómago, brazos y piernas. El osteópata también le explicará las restricciones de movilidad o disfunciones osteopáticas que detecta en el cuerpo de su bebé, lo que comprende y deduce. En los casos muy raros en los que el bebé no tiene ninguna tensión osteopática, la consulta terminará ahí y no le pediré ningún pago.
El tratamiento osteopático es manual y siempre se realizará con técnicas suaves y respetuosas con el cuerpo de su bebé. Durante esta parte práctica, el osteópata se ocupará de las diversas restricciones de movilidad del bebé para ayudarlo a recuperar su equilibrio fisiológico y para que su cuerpo pueda crecer de la mejor manera posible. El osteópata tiene que tocar la piel de su bebé, para sus pruebas y técnicas. Al buscar la causa de los síntomas, trastornos o dolor de su bebé y actuar sobre ellos, el osteópata proporciona alivio y tratamiento natural.
Es importante señalar que durante toda la consulta, como adulto responsable del bebé, por supuesto, puede detenerla en cualquier momento. ¡Esto se aplica con cualquier osteópata!
Durante determinadas consultas, el osteópata pedirá la colaboración del adulto presente para tranquilizar al bebé o llamar su atención, por ejemplo para sostenerlo en sus brazos mientras realiza una técnica osteopática. Con el objetivo de mejorar la vida del bebé, el osteópata hará todo lo posible para asegurarse de que su bebé esté cómodamente instalado, en la camilla, en sus brazos para tranquilizarlo, con un biberón o amamantando si es necesario.
Durante la consulta, el bebé puede quedarse dormido o, en ocasiones, manifestarse en gestos, posturas o llantos. Sabiendo que el bebé no puede contenerse ni hablar, estos llantos pueden ser una forma de liberar tensiones, de liberarse. Mejor que lo que siente o sus emociones se expresen, en lugar de somatizar y tener un impacto en su cuerpo. Estos llantos también pueden ocurrir porque el bebé quiere, necesita los brazos de sus padres, ser cambiado, tiene hambre u otros. Pero el bebé no tendrá dolor durante la consulta, presto especial atención a no realizar pruebas o técnicas que sean dolorosas para el bebé. Tanto el osteópata, como los padres, permanecerán atentos a las necesidades y deseos del bebé, y buscarán adaptarse en la medida de lo posible durante la consulta.
El osteópata le explicará lo que ha hecho, los resultados obtenidos y le dará recomendaciones adaptadas a su bebé. Esto permitirá potenciar los beneficios de la sesión, seguir ciertos consejos en casa, y esto, en ocasiones, será fundamental.
Todas las preguntas son importantes, especialmente nunca te quedes con una duda o una pregunta. Cuando los padres están relajados, también lo está el bebé, o al menos con mayor facilidad. Y no dude en mantenerse en contacto con el osteópata, darle noticias sobre la evolución de su bebé, sus síntomas, tras la consulta.