Los bebés

Tras el nacimiento del bebé

Desde su nacimiento, el recién nacido es atendido por un pediatra en la sala de maternidad y, si es necesario, por un especialista. La más mínima anomalía o patología médica (luxación congénita de la cadera, ausencia de reflejos arcaicos, infección, etc) es generalmente detectada y atendida por el cuerpo médico. Por lo tanto, es la apariencia y la mayoría de las veces los padres confían al osteópata un bebé sano. 

No todos los bebés necesariamente tienen tensionesdisfunciones osteopáticas, desde sus primeras horas y días de vida. Pero es importante saber que ciertas cosas pueden afectar el cuerpo de su bebé. El nacimiento de un bebé es, simbólicamente, el «punto 0» : el bebé es nuevo. Sin embargo, salir del vientre después de todos esos meses, es un cambio brutal desde su perspectiva. En el vientre de su madre, estaba acostumbrado a ese medio y había instalado su comodidad, su «pequeño universo». Su cuerpo estaba en interacción permanente y directa con el cuerpo de su madre. 

El nacimiento, dependiendo de las condiciones del parto, puede tener un impacto en él. Por otro lado, en el útero, y por supuesto sin que sea culpa de la madre, el bebé puede haber desarrollado adaptaciones. 

Durante el parto, su bebé está sujeto a perturbaciones como contracciones uterinas, salida de la pelvis y, en algunos casos, tirones para extraerlo, presiones sobre el abdomen de la madre (maniobra de Kristeller), uso de instrumentos como ventosas, fórceps o espátulas.

¿Qué puede pasar y qué hacer?

Todo ello puede ser traumático para el cuerpo del bebé y tener repercusiones en la movilidad de los tejidos de su sistema digestivo, otorrinolaringólogo y respiratorio, sus articulaciones, sus huesos, su cráneo, etc. Todas estas perturbaciones, así como sus adaptaciones, pueden tener repercusiones en la morfología del bebé, y pueden alterar el funcionamiento normal del cuerpo una vez que sale del útero. Existe el riesgo de que estas adaptaciones perduren y no se corrijan. Esto podría influir en su crecimiento y, por ejemplo, facilitar la aparición de trastornos de la succión, plagiocefalia, escoliosis, u otros, y repercutir hasta la edad adulta. El buen desarrollo del cuerpo de su bebé también podría verse afectado a largo plazo. 

A menudo, es esencial actuar con rapidez, porque cuanto antes nos encarguemos de esto, menos impacto tendrán estas perturbaciones. Las tensiones, o restricciones de movilidad, estarán menos arraigadas y podrán provocar menos trastornos funcionales. Además, estas tensiones serán más fáciles de regular, el bebé se deshará de ellas con mayor facilidad y rapidez gracias a la osteopatía. 

Por tanto, el osteópata ayuda a prevenir o aliviar diversos síntomas presentes en los bebés. Sin embargo, la consulta osteopática no sustituye al seguimiento realizado por un pediatra, que es imprescindible. En caso de duda, si no está seguro de si puede llevar a su bebé al osteópata, no dude en ponerse en contacto conmigo o concertar una cita con el pediatra. En algunos casos, el osteópata le pedirá el diagnóstico de pediatría antes de ocuparse de su bebé.

Durante la consulta, ¿es probable que el bebé sienta dolor?

La osteopatía es una terapia manual suave e indolora para el bebé. Me parece fundamental que los padres sepan que estoy buscando, ante todo, la comodidad del bebé durante la consulta. Las técnicas realizadas son muy suaves y no lastiman al bebé, no le hacen daño. Son respetuosas con su morfología y fisiología, no son peligrosas ni perjudiciales para él, al contrario. El osteópata no hará técnicas para “crujir” al bebé, no utiliza técnicas estructurales de alta velocidad y baja amplitud, también llamadas “thrust”. Solo realizará técnicas suaves y perfectamente adaptadas a su cuerpo. 

Si busca un osteópata competente para bebés, verifique que sea osteópata “D.O.”, es decir, que la escuela que lo capacitó le haya expedido un diploma de osteópata D.O.. De este modo, se asegura de que habrá seguido una formación de una escuela aprobada por el organismo correspondiente, en 5 años a tiempo completo. Es ideal que haya seguido una formación específica en osteopatía pediátrica, esto garantiza su competencia en el cuidado osteopático de bebés. El recién nacido no es un adulto en miniatura, requiere un enfoque específico.

Consejos antes de la cita del bebé con el osteópata:

Es recomendable buscar una franja horaria adaptada al ritmo del sueño y de las comidas de su bebé. La idea es ayudarlo, acompañarlo, perturbando lo menos posible su ritmo biológico. Puede elegir una franja horaria, si es posible después de un biberón o comida, por ejemplo. Es más agradable para todos encontrar el momento adecuado y el ritmo adecuado del bebé, respetar sus necesidades. 

Cuando se haga la cita, antes de la consulta, será ideal que le expliques a su bebé que está prevista una sesión de osteopatía para él. Aunque sea muy pequeño, su bebé es capaz de entender su intención, su entonación, más allá de las palabras que usa. Por ejemplo, puede decirle que le va a cuidar un osteópata, alguien que quizás no conozca todavía, y que esa persona está ahí para actuar por su bienestar, mejorar su estado y que no va a hacerle daño. 

El día de la consulta, debe traer: 

● La cartilla de salud infantil, o todo documento relacionado con la salud del bebé y su la historia clínica, sus reconocimientos médicos 

● Si tiene algún examen complementario, imagen médica u otro, es recomendable traerlos, especialmente los relacionados con los motivos de consulta. En el caso de las imágenes, si es posible, traer tanto la imagen como el informe 

● Un conjunto cómodo para el bebé y algo para cambiarse si es necesario 

● Un biberón o que la madre esté presente si el bebé es amamantado 

● Un chupete, peluche o algo para distraerse

¿Cuándo llevar a su bebé al osteópata?

En los casos que se enumeran a continuación, la osteopatía puede ser de gran ayuda. Esta ayuda puede ser curativa, el osteópata podrá hacerse cargo y tratar la causa del síntoma para aliviarlo. En otras ocasiones, la ayuda será paliativa, el osteópata aliviará los síntomas debidos a una enfermedad o lesión; en este último caso, el osteópata no podrá actuar sobre la causa, porque no puede “reparar” los tejidos dañados, y generalmente actuará en paralelo con la atención multidisciplinar. Por eso, en ocasiones, el osteópata aconsejará a los padres que consulten a otros terapeutas, de diferentes especialidades o enfoques, la atención multidisciplinar también puede dar buenos resultados en el bebé. 

Esta es una lista no exhaustiva de motivos por las que se recomienda llevar a su bebé a ver a un osteópata. Puede consultar por uno o más de estos motivos, en caso de dudas no dude en contactarme

– En prevención : si su bebé no tiene síntomas, puede llevarlo al osteópata para un chequeo. 

Un bebé médicamente sano y sin síntomas aparentes puede tener aún así tensiones osteopáticas. Por ejemplo, debido a adaptaciones durante el embarazo o el parto. Es fundamental comprobar si el cuerpo de su bebé tiene restricciones de movilidad, denominadas disfunciones osteopáticas, y que sean tratadas. Todo ello con el fin de evitar que estas tensiones impidan un buen desarrollo de su cuerpo, un buen crecimiento, y que no sufra trastornos posteriores. Es importante que un osteópata haga un seguimiento de su bebé para poder ayudarle en su crecimiento, y es ideal hacerlo en estas etapas: 

  • al final del 1er mes 
  • a los 6 meses 
  • a los 9 meses 
  • posteriormente, como medida preventiva una o dos veces al año al menos 

– Es recomendado acudir a consulta con su bebé lo antes posible después del nacimiento en los siguientes casos: 

  • Si durante el parto:
    • Hubo un trabajo muy largo (más de 8 horas, por ejemplo) o muy corto (menos de 2 horas, por ejemplo)
    • Se usaron instrumentos para ayudar a sacar al bebé de la pelvis de su madre, como: fórceps, ventosa, espátulas 
    • Se ejerció una presión fuerte sobre el abdomen de la madre, llamada maniobra de Kristeller, para tratar de ayudar a empujar al bebé hacia fuera 
    • Hubo dificultades relativas a la posición del bebé, cuando no se ha presentado en la posición ideal para salir de la pelvis de la madre: presentación del bebé de nalgas, cara, frente, hombros 
    • El cordón umbilical se ha enrollado alrededor del cuello del bebé 
    • Hubo sufrimiento fetal, necesidad de reanimar al bebé, intubación durante los primeros minutos u horas de vida 
  • Si fue un parto inducido 
  • Si fue un parto prematuro, que ocurre más de 3 semanas antes de la fecha del parto de estimada 

– Si su bebé sufre un choque, una caída, un trauma físico :

La consulta con un médico se debe solicitar de manera prioritaria. El pediatra tiene que evaluar la gravedad del trauma y establecer un diagnóstico. La consulta osteopática se realiza tras la visita con el médico y los exámenes complementarios, para afrontar las posibles secuelas o tensiones osteopáticas tras la caída.

– Para saber cuándo es necesario y oportuno llevar a su bebé al osteópata, aprenda a observarle y no dude en contactar conmigo si tiene alguna duda. Se recomienda llevar al osteópata a su bebé tan pronto como aparezca al menos uno de estos signos:

  • Una deformación del cráneo, por ejemplo un cráneo en forma de obús, muy ovalado, un lado muy plano, un ojo más cerrado que el otro, una oreja más adelantada que la otra, etc. Los padres oyen hablar de la plagiocefalia posicional o síndrome de «cabeza plana», y que el bebé se recuperará por sí solo, aunque en algunos casos la osteopatía puede ser de gran ayuda. Como ocurre con muchos síntomas, es fundamental intervenir lo antes posible para una mayor eficacia y mejores resultados. Para este síntoma, es muy importante actuar con rapidez, porque el cráneo no está osificado del todo, por lo que es mucho más móvil. Pero también antes de que haya consecuencias en otras partes de su cuerpo. 
  • Que su cabeza esté, muy a menudo, o siempre, girada hacia el mismo lado, tortícolis del lactante o tortícolis muscular congénita, mira a menudo hacia el mismo lado, y su cabello tiene dificultades para crecer en una área de su cabeza
  • Entrecierra uno o ambos ojos a menudo o permanentemente, o un ojo que se encuentra desviado y que mira hacia fuero o otro lado; estrabismo divergente o convergente
  • Uno o ambos ojos lloran solos, a menudo están mojados con las pestañas mojadas por ejemplo, conducto lagrimal obstruido
  • Una tendencia a arquearse hacia atrás, arqueando su cuerpo o parte de él, por ejemplo su cabeza. Siente a menudo que su bebé está físicamente tenso, con los miembros rígidos cuando lo levanta, lo viste, mientras lo alimenta o cuando está acostado
  • Una pierna, un pie mucho más hacia afuera que el otro, asimetría de caderas, miembros inferiores, deformidad o displasia de cadera, luxación congénita de cadera
  • Una pierna que arrastra más que la otra, que tiene más dificultad para avanzar o moverse, cuando comienza a desplazarse gateando, o caminando. Sin embargo, si detecta un retraso en la motricidad de su bebé, no dude en hablar con el pediatra, pero también tenga en cuenta que cada niño tiene su propio ritmo y se desarrolla de manera diferente.
  • Trastornos del tránsito intestinal, problemas intestinales, como cólicos (dolor abdominal después de comer), regurgitaciones repetidas, reflujos gastroesofágicos, ERGE, estreñimiento
  • Dificultad de succión, su bebé tiene dificultad para alimentarse, o necesita una gran cantidad de tiempo para succionar, amamantar o beber del biberón
  • Infecciones otorrinolaringológicas (oído, nariz, garganta) repetidas como infecciones de oído, rinitis o infecciones respiratorias (pulmones) recurrentes como bronquiolitis, o su bebé a menudo respira fuerte. En este caso me parece imprescindible precisar que hay que acudir al osteópata fuera de los momentos de crisis del niño, de infección, y en caso de duda priorizar la visita al pediatra.
  • Llantos intensos y frecuentes que no se detienen, sin razón aparente, siente que su bebé está irritable, nervioso
  • Dificultades para dormir, su bebé duerme muy poco, se despierta con frecuencia, tiene un sueño agitado

¿Cómo va la consulta del bebé?

Cada osteópata tiene su propia forma de abordar la consulta, trabajar, pero hay algunos puntos en común. 

Primero, su osteópata le hará preguntas sobre el embarazo, el parto, su bebé, su comportamiento, sus hábitos, cualquier problema que haya encontrado, a veces también sobre usted y su familia. Luego, el osteópata examinará a su bebé, realizará pruebas para verificar si puede cuidarlo, que sus síntomas estén dentro de su área de competencias. 

Luego, identifica áreas que carecen de movilidad, también llamadas disfunciones osteopáticas. Revisará sistemáticamente todo su cuerpo: cráneo, espalda, pelvis, torso, estómago, brazos y piernas. El osteópata también le explicará las restricciones de movilidad o disfunciones osteopáticas que detecta en el cuerpo de su bebé, lo que comprende y deduce. En los casos muy raros en los que el bebé no tiene ninguna tensión osteopática, la consulta terminará ahí y no le pediré ningún pago. 

El tratamiento osteopático es manual y siempre se realizará con técnicas suaves y respetuosas con el cuerpo de su bebé. Durante esta parte práctica, el osteópata se ocupará de las diversas restricciones de movilidad del bebé para ayudarlo a recuperar su equilibrio fisiológico y para que su cuerpo pueda crecer de la mejor manera posible. El osteópata tiene que tocar la piel de su bebé, para sus pruebas y técnicas. Al buscar la causa de los síntomas, trastornos o dolor de su bebé y actuar sobre ellos, el osteópata proporciona alivio y tratamiento natural. 

Es importante señalar que durante toda la consulta, como adulto responsable del bebé, por supuesto, puede detenerla en cualquier momento. ¡Esto se aplica con cualquier osteópata! 

Durante determinadas consultas, el osteópata pedirá la colaboración del adulto presente para tranquilizar al bebé o llamar su atención, por ejemplo para sostenerlo en sus brazos mientras realiza una técnica osteopática. Con el objetivo de mejorar la vida del bebé, el osteópata hará todo lo posible para asegurarse de que su bebé esté cómodamente instalado, en la camilla, en sus brazos para tranquilizarlo, con un biberón o amamantando si es necesario. 

Durante la consulta, el bebé puede quedarse dormido o, en ocasiones, manifestarse en gestos, posturas o llantos. Sabiendo que el bebé no puede contenerse ni hablar, estos llantos pueden ser una forma de liberar tensiones, de liberarse. Mejor que lo que siente o sus emociones se expresen, en lugar de somatizar y tener un impacto en su cuerpo. Estos llantos también pueden ocurrir porque el bebé quiere, necesita los brazos de sus padres, ser cambiado, tiene hambre u otros. Pero el bebé no tendrá dolor durante la consulta, presto especial atención a no realizar pruebas o técnicas que sean dolorosas para el bebé. Tanto el osteópata, como los padres, permanecerán atentos a las necesidades y deseos del bebé, y buscarán adaptarse en la medida de lo posible durante la consulta. 

El osteópata le explicará lo que ha hecho, los resultados obtenidos y le dará recomendaciones adaptadas a su bebé. Esto permitirá potenciar los beneficios de la sesión, seguir ciertos consejos en casa, y esto, en ocasiones, será fundamental. 

Todas las preguntas son importantes, especialmente nunca te quedes con una duda o una pregunta. Cuando los padres están relajados, también lo está el bebé, o al menos con mayor facilidad. Y no dude en mantenerse en contacto con el osteópata, darle noticias sobre la evolución de su bebé, sus síntomas, tras la consulta.

¿Qué esperar de estas sesiones de osteopatía pediátrica?

Es difícil predecir la reacción de su bebé a la consulta pediátrica, depende de muchos factores. Por ejemplo, la importancia de los síntomas, si tiene una patología, si está involucrado el lado emocional, si se está produciendo un pico de crecimiento para mejorar las cosas, si se pueden seguir ciertos consejos o no. 

Sin embargo, generalmente verá que sus síntomas mejoran, y en ocasiones desaparecen, entre dos y cinco días después de su visita. La intensidad de los ataques y su frecuencia también se reducen a menudo, en el caso de cólicos y llanto, por ejemplo. 

A veces se tarda un poco más en ver los resultados de la sesión. No dude en ponerse en contacto con su osteópata si tiene alguna pregunta sobre este asunto. A veces incluso se necesitan de dos a cuatro meses, para que el bebé tenga tiempo de integrar todos los cambios y observar la evolución morfológica, dependiendo de los picos de crecimiento que experimente. Por ejemplo en los casos de plagiocefalia posicional, o cuando una pierna que se arrastra un poco cuando se mueve. 

Dependiendo de los síntomas, puede ser necesario programar más consultas; su osteópata le informará si es necesario. Por lo general, las sesiones tienen un intervalo de al menos dos o tres semanas.

www.osteopatamadrid-juneau.com  –  «Cuidando de tu salud y bienestar»


Ilustraciones realizadas por Gonzalo Edo

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